La primera clonación de embriones humanos abre la vía a terapias contra males incurables
Se esperaba desde que nació Dolly, la oveja clónica, en 1996, y ya es una realidad. Científicos de Corea del Sur anunciaron en febrero de 2004 en la revista 'Science' que han creado embriones humanos mediante clonación y obtenido de ellos células madre. Y presentan las pruebas. El experimento abre así la vía a tratamientos contra enfermedades hoy incurables: es el primer paso práctico hacia la clonación terapéutica, que no persigue la creación de un individuo, sino la obtención para trasplantes de material con la carga genética del paciente, con lo que en ningún caso existiría rechazo.
Las células madre son células capaces de dar lugar a cada uno de los más de 200 tipos de células del organismo. Están presentes en la primeras fases del desarrollo embrionario, pero también pueden conseguirse de células adultas, mediante la clonación terapéutica. Para ello, se toma un óvulo, se saca la información genética, se inserta en su lugar la de una célula del donante -del enfermo- y se activa el huevo para que se desarrolle como si hubiera sido fecundado. Seis días después, el embrión contendrá células madre con el potencial de convertirse en cualquier parte del organismo.
La obtención de células madre mediante clonación terapéutica había fracasado en humanos hasta ahora. «Es un artículo histórico», declaraba Richard Rawlings, embriólogo de la Universidad Rush de Chicago, a 'The New York Times'. Robert Lanza, director médico de Advanced Cell Technology, una compañía que ha intentado sin éxito lo mismo, no ocultaba la trascendencia del avance: «Ahora tenemos el recetario, la metodología, que es de acceso público».
«Estamos ante lo que calificaría como la crónica de una clonación anunciada», precisaba el biofísico español Bernat Soria, para quien es «una excelente noticia». El equipo dirigido por Woo Suk Hwang, de la Universidad Nacional de Seúl, ha logrado una línea de células madre tras usar 242 óvulos. Una línea está constituida por el conjunto de células procedente de un embrión. Los investigadores coreanos tuvieron a su disposición 242 óvulos de 16 voluntarias que no recibieron dinero y autorizaron expresamente su uso para experimentación.
El método
Tras extraer el núcleo de cada huevo, inyectaron en su lugar el de una célula no reproductiva de la misma mujer. El método se denomina transferencia nuclear y es el que utilizó el Instituto Roslin de Edimburgo para crear a Dolly. Hwang y sus colaboradores consiguieron que 30 embriones se desarrollaran hasta el estadio de blastocisto. Después, consiguieron una línea viable de células madre de 20 intentos de extracción. Los investigadores creen que el éxito del proceso radica en el uso de óvulos en muy buen estado, el método de extracción del ADN, y el tiempo pasado entre la transferencia nuclear y la activación del huevo 'fecundado'.
Parte de la clave está en el gran número de óvulos con que contaron, lo que les permitió probar. Así, probaron con diferentes tiempos entre la transferencia del núcleo y la activación, y llegaron a la conclusión de que lo mejor era dejar pasar dos horas. «Como estas células tienen el mismo genoma que el donante, después de convertirse en el tejido deseado, se podrían trasplantar al enfermo sin miedo al rechazo», declaró ayer Hwang, quien dejó clara su oposición a la clonación reproductiva, un «acto criminal». Realidad y esperanza «El potencial de las células madre embrionarias es enorme, pero los investigadores deben todavía superar importantes barreras científicas. Los resultados parecen prometedores. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los trasplantes de células y tejidos y la terapia génica son tecnologías en desarrollo, y podrían pasar años antes de que las células madre se empleen en trasplantes», argumentaba Donald Kennedy, director de la revista 'Science', quien añadía que «existe la idea generalizada entre los científicos de que cualquier intento por clonar un ser humano sería altamente peligroso y un error, y debiera prohibirse».
Se esperaba desde que nació Dolly, la oveja clónica, en 1996, y ya es una realidad. Científicos de Corea del Sur anunciaron en febrero de 2004 en la revista 'Science' que han creado embriones humanos mediante clonación y obtenido de ellos células madre. Y presentan las pruebas. El experimento abre así la vía a tratamientos contra enfermedades hoy incurables: es el primer paso práctico hacia la clonación terapéutica, que no persigue la creación de un individuo, sino la obtención para trasplantes de material con la carga genética del paciente, con lo que en ningún caso existiría rechazo.
Las células madre son células capaces de dar lugar a cada uno de los más de 200 tipos de células del organismo. Están presentes en la primeras fases del desarrollo embrionario, pero también pueden conseguirse de células adultas, mediante la clonación terapéutica. Para ello, se toma un óvulo, se saca la información genética, se inserta en su lugar la de una célula del donante -del enfermo- y se activa el huevo para que se desarrolle como si hubiera sido fecundado. Seis días después, el embrión contendrá células madre con el potencial de convertirse en cualquier parte del organismo.
La obtención de células madre mediante clonación terapéutica había fracasado en humanos hasta ahora. «Es un artículo histórico», declaraba Richard Rawlings, embriólogo de la Universidad Rush de Chicago, a 'The New York Times'. Robert Lanza, director médico de Advanced Cell Technology, una compañía que ha intentado sin éxito lo mismo, no ocultaba la trascendencia del avance: «Ahora tenemos el recetario, la metodología, que es de acceso público».
«Estamos ante lo que calificaría como la crónica de una clonación anunciada», precisaba el biofísico español Bernat Soria, para quien es «una excelente noticia». El equipo dirigido por Woo Suk Hwang, de la Universidad Nacional de Seúl, ha logrado una línea de células madre tras usar 242 óvulos. Una línea está constituida por el conjunto de células procedente de un embrión. Los investigadores coreanos tuvieron a su disposición 242 óvulos de 16 voluntarias que no recibieron dinero y autorizaron expresamente su uso para experimentación.
El método
Tras extraer el núcleo de cada huevo, inyectaron en su lugar el de una célula no reproductiva de la misma mujer. El método se denomina transferencia nuclear y es el que utilizó el Instituto Roslin de Edimburgo para crear a Dolly. Hwang y sus colaboradores consiguieron que 30 embriones se desarrollaran hasta el estadio de blastocisto. Después, consiguieron una línea viable de células madre de 20 intentos de extracción. Los investigadores creen que el éxito del proceso radica en el uso de óvulos en muy buen estado, el método de extracción del ADN, y el tiempo pasado entre la transferencia nuclear y la activación del huevo 'fecundado'.
Parte de la clave está en el gran número de óvulos con que contaron, lo que les permitió probar. Así, probaron con diferentes tiempos entre la transferencia del núcleo y la activación, y llegaron a la conclusión de que lo mejor era dejar pasar dos horas. «Como estas células tienen el mismo genoma que el donante, después de convertirse en el tejido deseado, se podrían trasplantar al enfermo sin miedo al rechazo», declaró ayer Hwang, quien dejó clara su oposición a la clonación reproductiva, un «acto criminal». Realidad y esperanza «El potencial de las células madre embrionarias es enorme, pero los investigadores deben todavía superar importantes barreras científicas. Los resultados parecen prometedores. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los trasplantes de células y tejidos y la terapia génica son tecnologías en desarrollo, y podrían pasar años antes de que las células madre se empleen en trasplantes», argumentaba Donald Kennedy, director de la revista 'Science', quien añadía que «existe la idea generalizada entre los científicos de que cualquier intento por clonar un ser humano sería altamente peligroso y un error, y debiera prohibirse».
No hay comentarios:
Publicar un comentario